
Entre examen y examen, la tristeza me invade, un silencio ensordecedor me mata, y agarro a las lágrimas para que no salgan. Deseos de gritar, deseos de escapar, de no regresar más...
Me siento en el banco de la estación y me permito dejar escapar un par de trenes, la misma gente que cada mañana sube, baja... Haciendo lo que creen que deben hacer ¿tendrán tiempo de disfrutar?¿de vivir?¿guiarse por impulsos? impulsos....
¿Qué sería la vida sin impulsos? esos momentos que nos dejan sin respiración, que vivimos una y otra vez en nuestra mente, en fin.
Ahora regreso a mi labor, a seguir estudiando, a seguir viviendo como creo que debo de vivir, aprendiendo a reírme de todo lo que me brinda la vida, e intentar disfrutar de las pequeñas cosas que nos da la vida...
pd: quien quiere encontrarme me encuentra, si no me encuentra es que no me ha buscado.